Comunicación valor añadido: ¿Qué memoria dejará su empresa, qué huella dejará su trayectoria profesional para que sus hijos las puedan consultar mañana?

Madrid, 11 de mayo del 2015.-  La memoria de una empresa son sus clientes. Los de ayer, hoy y mañana. De acuerdo. Pero, la historia de una empresa debe tener un origen, una evolución y un punto seguido, o un punto final. Esto no se cuenta en una campaña de Adwords, no se cuenta en una estrategia display, marketing de afiliación, ni en una táctica de mobile marketing. La memoria de una marca empresarial subyace en la voluntad de su líder de querer contarla para permanecer en el tiempo.

Esta historia requiere de profesionales de comunicación corporativa, personas muy sensibles y llenas de empatía, para empaparse de un logotipo y convertirlo en un cuento atractivo, atrayente, divertido y apasionante. El líder empresarial, los líderes que gobernaron la empresa, ni tienen tiempo, ni valoran la importancia de dejar escrita la memoria de su compañía. El Departamento de Marketing combate con el presente y el mercado, sin capacidad de lanzar una mirad atrás, que pesque el mañana. El Departamento Comercial vende y vender es una loca, frenética y cruel aventura, sin posibilidad de abrir una Historia. Ya nos olvidamos de Administración, RRHH, Financiero, etc.

El Gabinete de Prensa o el Departamento de Comunicación son los que deben liderar el empeño de dejar un rastro, marcar el camino a los bordes del valor añadido que sentó su empresa. Tanto la que dió empleo a 5 trabajadores, luchó por dar servicio a 10 clientes y nunca exportó al exterior. Como la marca de la que vivieron miles de familias y es conocida en el mundo entero.

Los profesionales de la comunicación son los únicos expertos en utilizar las herramientas adecuadas (texto, fotografías, vídeos, infografías, fotos animadas, etc.) y los canales de comunicación precisos para que la memoria pueda ser consultada por cualquier persona en este planeta tierra, en cualquier momento de las próximas centurias. Este método es el que nos conecta con nuestros antecesores hace millones de años. Tiempo atrás sólo fue la palabra, el único canal de comunicación y escritor de memorias. De hecho, nuestro actual sistema de comunicación, el lenguaje humano, tiene su origen en nuestro antecesor “Homo Sapiens”. Juan Luís Arsuaga (@juanluisarsuaga), Catedrático Paleontología Complutense, Director Centro UCM-ISCIII evolución y comportamiento humanos, Codirector Atapuerca y Dtor. científico Museo Evolución Humana, lo explica con estas palabras:

“Respecto del origen del lenguaje, se han hecho intentos de establecer cuándo aparece el aparato fonador moderno, es decir, desde cuando pronunciamos los sonidos que son más propios del habla humana. Las vocalizaciones que emiten usualmente los chimpancés son distintas, porque se producen en diferentes frecuencias. Algunos autores han relacionado nuestra fonación específica con la posición de la laringe, y ésta a su vez con la forma de la base del cráneo, que puede estudiarse en el esqueleto. Hoy en día, sin embargo, casi nadie confía en esta vía de investigación del problema. En la anatomía del esqueleto hay un hueso, el hioides, que resulta intrigante. Situado en la laringe, este pequeño elemento óseo es totalmente diferente en el chimpancé y en el humano. Hay un hioides neandertal, de hace unos 60.000 años, y es como los modernos (procede de la cueva de Kebara, en Israel). En la Sima de los Huesos hemos encontrado dos (diez veces más antiguos), que también son de aspecto moderno. Aunque la forma del hioides no es definitiva a la hora de establecer los sonidos que era capaz de emitir un aparato fonador desaparecido, la similitud de los dos de Atapuerca y del fósil neandertal con los actuales da que pensar. Nosotros trabajamos en una línea de investigación completamente distinta. El profesor Ignacio Martínez reconstruye el oído medio de los cráneos fósiles y, con un equipo de expertos, estudia matemáticamente sus propiedades para la transmisión de sonidos. De este modo investiga la sensibilidad de los oídos de aquellos homínidos, y las frecuencias a las que estaban especialmente adaptados. En el caso de los individuos de la Sima de los Huesos, esas frecuencias han resultado ser las nuestras. Todos estos datos no hacen pensar que, junto con la nuestra, han existido otras especies conscientes y con lenguaje.La única especie de la Biosfera actual compuesta de individuos que son plenamente conscientes de su propia existencia (y de la de los demás) es la nuestra. Nuestros parientes más cercanos (chimpancés de las dos especies, gorilas y orangutanes) poseen esa autoconsciencia en un grado mucho menor (si es que la tienen). De lo que no cabe ninguna duda es de que no hay más especies actuales con lenguaje que el “Homo sapiens”. Por lenguaje humano entendemos un sistema de comunicación que utiliza símbolos. Todos los animales tienen canales de comunicación (olfativos, auditivos, visuales), pero solo el llamado “lenguaje articulado”está basado en signos arbitrarios, esto es, en sonidos o gestos que solo significan algo dentro de la comunidad lingüística a la que uno pertenece. El lenguaje humano (o las múltiples lenguas humanas) no está inscrito en nuestros genes, no es universal para toda la especie, sólo la capacidad para usarlo. No está clara la relación que existe entre lenguaje y consciencia. Dado que solo hay una especie que reúna las dos características (en grado pleno) y ninguna que las tenga por separado, no sabemos si puede existir la una sin el otro. Una de las grandes cuestiones de la paleontología es la de cuándo surgieron lenguaje, consciencia y mente simbólica. Podría pensarse que evolucionaron poco a poco, al modo darwinista, gradualmente, al mismo ritmo que iba creciendo el cerebro. También la tecnología lítica, la talla de la piedra, ha ido perfeccionándose con el tiempo desde que apareciera hace algo más de dos millones y medio de años”.

Pare un momento y piense: ¿Qué memoria dejará su empresa?.

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Mis hijos conocerán mi trayectoria profesional

La carrera profesional de cada uno de nosotros es esa piel de la que nos sentimos orgullosos mayormente. Un brillo de nuestro natural egocentrismo y tan exhibido en vida. ¿Y cuando ya no estamos entre los seres humanos quién la habrá contado?. Al igual que las empresas necesitan expertos muy concretos, la biografía de uno, la debería contar uno mismo. Bien asesorado y con el suficiente tiempo como para que su huella profesional sea eso una huella profesional.

El Blog Profesional, o personal, se abre paso desde hace unos décadas como la herramienta ideal para ser el sustento de un diario digital, y a la vez, el mejor reflejo de tu trayectoria profesional. Normalmente, las plataformas de Blogs disfrutan de una estabilidad mayor a los ritmos financieros en los que se mueven el resto de redes sociales. Y en el peor de los casos, todos los contenidos los puedes migrar a un alojamiento web, con tu dominio, y tu Blog/Web Profesional cumplir el objetivo fundacional. Sus hijos, familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, serán los primeros en recordarle visitando su Blog. Antes, deberá dejar dicho en sus testamento hasta dónde llegará el «derecho al olvido» con sus perfiles digitales. Y deberá dejar una dotación económica para abonar los gastos tradicionales del Blog, que si bien son menores, son anuales y no se los perdonará nadie.

Los contenidos siempre serán los reyes, de la mano siempre de un SEOs profesionales. Escribientes y SEOs permanecerán muy juntos para que historias empresariales e historias profesionales trascienden los bits: 0101010101010101001………. a…»Era se una vez».  Pare un momento y piense: ¿Qué huella dejará mi trayectoria profesional?.

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