Madrid, 1 de diciembre del 2040.- ¿Papá, qué pasó en 2020?. ¿Por qué?. He buscado información sobre “Fake News” y a partir del año 2015 tengo bastantes datos, pero en… Leer más La #mentira sistemática: el virus más letal a partir de 2020 →
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Una organización o una persona ha distribuido hoy ejemplares falsos del Washington Post asegurando a cinco columnas que Trump dejaba la Casa Blanca. Y no sólo había ejemplares impresos, ciertamente idénticos a una edición regular de este periódico, si no que además tenían una página web, respaldando esta falsedad. Es un ejemplo más, pero la preocupación crece y crece desde hace varios años.
Lo obvio lo descuidamos. Perder la compra de la semana es un despiste fastidioso. Perder marca es silencioso. Perder brillo o cuota de mercado por un olvido en la atención al cliente es esa puerta del congelador que, poco a poco, deshace su valor añadido. Vayamos a lo concreto en materia de despistes escuchados en compañías
Vivimos una época de falsas noticias procedentes de colectivos que desean influir en decisiones de millones de personas. Diferenciar la veracidad de los hechos de la manipulación es cada vez más difícil. Y aquí los tradicionales medios de comunicación deberían jugar un papel más preponderante. Durante el pasado siglo fueron los guardianes de la realidad más cercana a la verdad y ahora…. los necesitamos más que nunca.